Parque Natural de las Batuecas-Sierra de Francia (2ª parte) : El bosque subatlántico

Hola a tod@s :

Continuando con lo que fue mi viaje en familia a Las Batuecas-Sierra de Francia me centro ahora en lo que representa la parte norte-noroeste del parque, sin lugar a dudas la más fresca y agradable para estar en la estival época en la que nos encontramos.

Al gozar de una pluviosidad superior al resto de la provincia salmantina debido al choque de las nubes oceánicas en la barrera de montañas de la sierra se generan unos magníficos bosques atlánticos donde el Roble Común (Quercus robur) y el Rebollo o Roble Melojo (Quercus pyrenaica) son las especies dominantes.
   


Desde el apartamento en el que nos alojamos, rodeado de bosque, 
todas las mañanas disfrutaba
en su terraza de los amaneceres en el lugar,
 con la Sierra de Bejar al fondo y el canto de oropéndolas, mosquiteros
papialbos y demás pajarucos como concierto de fondo.



Desde cualquier mirador en que te situaras veías entre la masa de árboles surgir los pueblos serranos del lugar. Cuando paseas por sus calles adoquinadas entre las casas de arquitectura serrana cuya construcción se remonta a los siglos XVI, XVII y XVIII principalmente te transportas sin poder evitarlo a épocas pasadas. Sus gentes son amables, cordiales y de envidiable calma vital. No hay prisa para nada y el estrés no existe.



Desde un mirador observo, rodeada de bosques, 
la población de Miranda del Castañar.





Imágenes de La Alberca, que nos dan una idea de 
la arquitectura de todos los demás
pueblos serranos.


A primera hora de la mañana mi familia y yo nos aventurábamos a andar entre estos frondosos bosques aprovechando el frescor que en ellos se respiraba. Daba gusto seguir los senderos entre árboles si bien quiero poner un "pero" : no éramos los únicos en aprovechar el frescor de las sombras; centenares de pequeñas moscas se abalanzan a tu cara, ojos y boca cosa que pude hacer el paseo en alguno de sus tramos un poco incómodo... al parecer es algo muy común en estos lugares en verano. 



Mi mujer y mi hijo Rodrigo cámara en mano




La frondosidad de los bosques



Si bien la familia Quercus es la más representativa en estos bosques también se pueden observar especies como el Fresno (Fraxinus excelsior), Abedul (Betula alba) y gran cantidad de Castaños (Castanea sativa). Estos últimos llegaron a estos lares de manos de los romanos que los cultivaron para alimentar con su fruto a los esclavos de las minas de oro que explotaban en la cercana zona de El Cabaco un siglo después de Cristo. Los que encontramos hoy en día tienen una edad que oscila, como máximo, entre los 350 y 450 años y son de considerable porte. 
  


Uno de los castaños del lugar



La inmensa mayoría de los árboles están cubiertos de líquenes. En sus ramas y troncos cuelgan Musgo de Roble (Evernia prunastri) o Barba de Viejo (Usnea barbata). La presencia de estos líquenes nos da una idea de la pureza del aire que respiramos en este lugar, requisito indispensable para su desarrollo.



Usnea barbata


Otras muchas plantas crecen en la zona : helechos, escobas, jaras ......







Esta especie de Jara abundaba en los bosques y sus arbustos 
ya habían perdido la flor en su mayoría.
Podría tratarse de la Jara de Hojas Tiernas (Cistus psilosepalus) (?) 



Además del helecho y la jara abundaba también la Escoba (Cytisus scoparius) 
en el bosque.  Da una idea de que éste continúa en período de transformación



Las primeras horas de la mañana, sobre las siete u ocho, y con unas temperaturas que no pasaban de los 14 ó 15 ºC eran un concierto de aves escondidas entre la frondosidad de la hojarasca. En algunas ocasiones me sentaba en la terraza a escuchar; en otras me aventuraba a visitar un robledal que había frente al apartamento en el que me hospedaba mientras la familia seguía durmiendo.

Destacaba de sobre manera la presencia de Mosquitero Papialbo (Phylloscopus bonelli), el más abundante sin duda de los vistos u oídos. También había numeroso Trepador Azul (Sitta europaea), Curruca Capirotada (Sylvia atricapilla), Agateador Común (Certhia brachydactyla) y Carbonero Común (Parus major) entre otros.





Mirlo Común



Verdecillo



Zorzal Común  ... solamente vi este ejemplar



Mosquitero Papialbo, el más abundante en los bosques



Agateador Común



Carbonero Común


Era también abundante la Oropéndola (Oriulus oriolus). A primera hora de la mañana se oían en diferentes puntos de los bosques sus reclamos territoriales. Tuve la suerte de observar a placer durante más de un cuarto de hora un macho reclamando en la copa de una árbol seco.



Un vídeo de la Oropéndola



Zonas magníficas estos bosques para los que gustan del mundo de la Entomología si bien no profundizo demasiado no por que no me guste, sino porque lo veo muy pero que muy complicado.



Agalla en la rama de un quercus, producido por la Avispa Gallarita o
Avispa de las Agallas, un Himenóptero cipínido de pequeño tamaño





Chinche rayado




Insecto del género Lachnaia sp.



También observamos abundante presencia de mariposas, destacando de sobremanera el Rey Moro (Kanetisa circe) muy abundante en los claros de estos bosques de la zona alimentándose de las gramineas que crecen en éstos.



Ninfa perlada (Coenonympha arcania)



Rey Moro (Kanetisa circe), abundantísima en estos bosques




Saltacercas (Lasiommata megara). también habitual en claros de bosque



Medioluto Ibérica o Norteña (Melanargia lachesis)



Tan solo observe una especie de la familia de los Herpetos en mis andanzas por los bosques: La Lagartija Colilarga (Psammodromus manuelae)


Lagartija Colilarga


Y en cuanto a mamíferos detallar un Corzo (Capreolus capreolus) que se me cruzó en una salida tempranera que hice por el robledal que tenía enfrente de los apartamentos en los que me hospedaba. A primera hora de las mañana escuchaba de vez en cuando los característicos ladridos de esta especie en lo más profundo y tupido del bosque. Imagino que en la época en la que nos encontrábamos (Julio) están empezando su período de celo.

También la presencia de Zorro (Vulpes vulpes) se dejaba notar tanto en el olor de sus orinas en numerosos puntos de las sendas que discurrían entre los árboles como en las numerosísimas heces que encontrábamos en éstas, por cierto casi todas llenas de pepitas de cerezas y es que el Cerezo (Prunus avium) abunda mucho en la comarca, se encontraban cargados de fruto y me imagino que nuestro oportunista amigo no perdía la oportunidad de darse buenos banquetes de esta fruta.



Heces de Zorro


Un saludo y gracias por seguir mi blog. "Salud y Naturaleza"


Comentarios

  1. ¡Buen repaso le has pegado a la biodiversidad y belleza que atesora la sierra de Francia!
    Está claro que has tenido tiempo en tus vacaciones de disfrutar, y a un tiempo conocer en profundidad, los tesoros serranos de la provincia Salmantina.
    Un saludo de 'Ojolince y Sra.'

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