Caluroso domingo en Santoña. 01-11-2009
Y es que no se puede poner otro título ante el calor que nuevamente reinaba ayer por la mañana en la región. Otro día parecido con sol y ligero viento sur.
Me dirigí ayer a Santoña y en Bengoa coincidí con dos chicas de Barcelona que se encontraban observando un grupo de Gaviotas Reidoras y unos Cormoranes Grandes. Estaban muy sorprendidas del calor que reinaba, no menos de 25 ºC .
Aquí también pudimos observar un pequeño grupo de Agujas Colinegras muy cercanas al punto de observación en el que estábamos, dos Ostreros, una lejana Aguja Colinegra, algunos Zarapitos Reales y algunos Archibebes Comunes dispersos por distintos puntos del intermareal y de la laguna interior.
Agujas Colinegras cercanas
La cosa estaba muy parada aquí y decidimos los tres probar suerte en Montehano. La marea ya estaba demasiado alta y cubría casi todo el intermareal y en las zonas en las que el agua no había cubierto la marisma había numerosos Zarapitos Reales, la mayoría de ellos escondidos entre la espartina y asomando tan solo la cabeza. Algunos Archibebes Claros andaban por la orilla y un pequeño grupo de Silbones Europeos nadaba a unos 200 metros del lugar en el que estábamos situados. Muy de cerca también pudimos ver tres Zampullines Cuellinegros sumergiéndose y emergiendo continuamente en busca de su sustento.
Zampullines Cuellinegros
Mirando hacia Cicero pude ver que había un gran bando de Silbón Europeo. Ante esta nueva perspectiva decidimos dirigirnos a este lugar.
Una vez en Cicero, último punto de la salida, pudimos comprobar que el bando de Silbón Europeo al que hacía referencia constaba, sin exagerar, de aproximadamente 1.000 individuos en una franja alargada que se extendía por lo menos 600 metros. Entre ellos había un Pato Cuchara macho adulto y un Anade Rabudo también adulto.
Silbones Europeos
En las orilla cercana a donde estábamos también había Garza Real, algunos Zarapitos Reales, tres Agujas Colinegras y Gaviotas Reidoras y Sombrías dispersas.
Por la tarde-noche el tiempo cambió bruscamente. En un instante el termómetro bajo casi 10 ºC, el sol desapareció y comenzó a llover. Quizás la llegada de este tiempo anime un poco las observaciones en las marismas.
Me dirigí ayer a Santoña y en Bengoa coincidí con dos chicas de Barcelona que se encontraban observando un grupo de Gaviotas Reidoras y unos Cormoranes Grandes. Estaban muy sorprendidas del calor que reinaba, no menos de 25 ºC .
Aquí también pudimos observar un pequeño grupo de Agujas Colinegras muy cercanas al punto de observación en el que estábamos, dos Ostreros, una lejana Aguja Colinegra, algunos Zarapitos Reales y algunos Archibebes Comunes dispersos por distintos puntos del intermareal y de la laguna interior.
Agujas Colinegras cercanas
La cosa estaba muy parada aquí y decidimos los tres probar suerte en Montehano. La marea ya estaba demasiado alta y cubría casi todo el intermareal y en las zonas en las que el agua no había cubierto la marisma había numerosos Zarapitos Reales, la mayoría de ellos escondidos entre la espartina y asomando tan solo la cabeza. Algunos Archibebes Claros andaban por la orilla y un pequeño grupo de Silbones Europeos nadaba a unos 200 metros del lugar en el que estábamos situados. Muy de cerca también pudimos ver tres Zampullines Cuellinegros sumergiéndose y emergiendo continuamente en busca de su sustento.
Zampullines Cuellinegros
Mirando hacia Cicero pude ver que había un gran bando de Silbón Europeo. Ante esta nueva perspectiva decidimos dirigirnos a este lugar.
Una vez en Cicero, último punto de la salida, pudimos comprobar que el bando de Silbón Europeo al que hacía referencia constaba, sin exagerar, de aproximadamente 1.000 individuos en una franja alargada que se extendía por lo menos 600 metros. Entre ellos había un Pato Cuchara macho adulto y un Anade Rabudo también adulto.
Silbones Europeos
En las orilla cercana a donde estábamos también había Garza Real, algunos Zarapitos Reales, tres Agujas Colinegras y Gaviotas Reidoras y Sombrías dispersas.
Por la tarde-noche el tiempo cambió bruscamente. En un instante el termómetro bajo casi 10 ºC, el sol desapareció y comenzó a llover. Quizás la llegada de este tiempo anime un poco las observaciones en las marismas.
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