Dos visitas a la Ensenada de San Bartolomé

Mi primera visita a la zona fue en miércoles 2 de Enero donde me llevé una sorpresa al ver un bando de 20 Gaviotas Cabecinegras entre varias Gaviotas Reidoras. No es la primera vez que en esta zona veo un bando así de numeroso, pero siempre en el mes de Septiembre.

La mayor parte de los individuos eran adultos y 2º invierno pero entre ellos había al menos cinco primer invierno. 


Primer invierno a la derecha del grupo y un 2º invierno a la izquierda.
En el centro una reidora 


 Adultos


 Primer invierno (final de las primarias y cobertoras pardas)




Mientras me encontraba observando los dos grupos de Cabecinegras dos Bisibitas Costeros se posaron relativamente cerca del lugar en el que me encontraba.







Bisbitas Costeros (un poco más grande que el común
y con un color de plumaje más grisceo y "sucio") 


Volví a la zona al día siguiente. El día era mucho más claro y soleado que el anterior y quise aprovechar para observar y fotografiar un poco mejor a las Cabecinegras pero si bien en el aspecto meteorológico el día era inmejorable (mucho mejor que el anterior) en el aspecto numérico de individuos había mermado considerablemente; tan solo cinco y muy alejados.




Un ejemplar de primer invierno de Gaviota Reidora se alimentaba muy cerca en un prado sin preocuparle mucho mi presencia ....



 Gaviota Reidora, primer invierno


.... así como tampoco a un macho de Cernícalo Vulgar posado en un cable cercano.





Esto es todo por el momento. Hasta la próxima.

Comentarios

  1. Hola gañán, la cabecinegra de la 1ª foto, la de la izquierda no es un adulto sino un 2º invierno,fíjate en que tiene negro en las puntas de las primarias, los adultos tienen la punta del ala completamente blanca. Saludos...

    ResponderEliminar
  2. Razón tienes, men of the hide. Corrijo y gracias por el apunte.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Huellas y rastros por la Montaña Palentina. Primera parte

El murciélago del agua

El vuelo de aves y murciélagos. Más semejanzas que diferencias