Vivo donde quiero

Seis y media de la mañana, las primeras luces del amanecer se empiezan a atisbar. Mi despertador aun no ha sonado ... ni falta que me hace. Empieza el concierto de reclamos, cantos y lides de mis nuevos vecinos de tejado : los Estorninos Pintos (Sturnus vulgaris) y los Gorriones Comunes (Passer domesticus).

Peleas en los huecos de las tejas intentando conquistar el mejor sitio para la próxima nidada. Los Estorninos, más grandes y agresivos, expulsan a los Gorriones que han llegado primero.Veo que los primeros me están sacando a picotazos una especie de "forespán bajoteja", ampliando su estancia supongo.  

En las antenas y chimeneas los Estorninos reclaman llamando a sus "futuras" ... los Gorriones macho pelean ruidosamente entre sí en las tejas y canalones o persiguen a las hembras en cortos y rápidos vuelos.





Estorninos Pintos 


"Reclamando a su futura ..."




Gorriones Comunes


Como cada año por estas fechas se repite este fantástico ciclo que por habitual en los seis años que llevo viviendo en mi casa como en lo comunes que son las especies que lo protagonizan no significa que no tenga su encanto, todo lo contrario. Me anuncia un cambio de estación a otra más clara y lucida que me ayuda a positivizarme y me recuerda que vivo donde quiero, en una zona de campo con la Naturaleza cercana donde este "maremágnum" es mi despertador natural y no los ruidos de vehículos o los gritos de los vecinos.

Un saludo desde mi oteadero.

Comentarios

  1. Para qué migrar cuando uno ha encontrado ya el nido apropiado. Abrazos.

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  2. Je! Hace un par de días, currando en el tejado, observé una bronca gorrionera en un canalón de la casa de enfrente.Muy violenta, la verdad...no se andan con moñadas no.

    Hay que despertarse con los animales, hombre! Es el ritmo natural!....dímelo hace 20 años y verás a dónde te mando :)

    Salud, hermano!

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  3. Jajaja, que razón, Mikel, y qué razón tan grande Javier!
    Un abrazo fuerte de alguien que se va a vivir donde quiere en un mes :)

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  4. Vivan als tejas de toda la vida, sin ellas no hay vida...en los tejados.
    Saludos camperos!

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